Hay leyes que están pasadas de moda y en Pakistán tenemos un buen ejemplo. Se trata de una ley en la que la blasfemia se paga con la vida, algo que ciertamente se puede discutir en la actualidad y mucho más en un país en el que los cristianos son una minoría muy pequeña. Esta mujer había tenido una discursión con unas compañeras de trabajo y en algún momento de la discursión habría insultado a Mahoma y dudado del Corán, algo que se castiga con la vida.

El presidente ha evitado que esta mujer cristiana pierda la vida por una causa tan peculiar, especialmente cuando en Pakistán hay cosas más importantes de las que ocuparse en vez de estar pendientes de la persona que pone en dura la validez del Corán o si realmente existe un Dios. Cuando algo es tan evidente no hace falta ni discutir por algo que no merece la pena, ya que cada uno tiene su opinión, una opinión que en Pakistán no tiene validez ninguna si eres cristiano.

Es lamentable que en muchos países con mayoría musulmana se siga haciendo este tipo de cosas con los cristianos, que siguen siendo perseguidos a causa de la religión y no pueden dar su opinión sobre el Islám y discutir la existencia de un supuesto dios, además de todos los personajes que forman el entramado de la religión de los musulmanes como es el caso de Mahoma, un personaje al que no se le puede insultar por estar penado por ley.

Foto|Flickr